Andrea Corrales, Profesora de la Universidad Europea del Atlántico (UNEATLANTICO), sugiere algunas pautas para envejecer de manera saludable
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la población de 60 años o más en todo el mundo se ha duplicado desde 1980, y prevé que en el año 2050 alcance los 2.000 millones.
Este indicador, el envejecimiento de la población mundial, es sinónimo de una mejor calidad de vida. Pero por otro lado, también conlleva muchos desafíos, como por ejemplo un buen sistema de atención sanitaria, formación para profesionales destinados a trabajar con este colectivo, prevenir y tratar enfermedades crónicas asociadas a la vejez, diseñar servicios y entornos adaptados para esa edad, entre muchos otros.
Envejecimiento saludable y antioxidantes
Uno de los principales aspectos a tener en cuenta relacionados con la vejez, tal y como señala Andrea Corrales en el artículo del blog de la Universidad Europea del Atlántico (UNEATLANTICO), es el envejecimiento saludable.
La profesora opina que “para lograr un envejecimiento saludable es necesario adoptar hábitos de vida sanos a lo largo de los años. Aquí entran en juego una alimentación adecuada, la práctica de ejercicio físico y el cuidado de la mente”.
En referencia a la dieta, un estudio publicado en la revista JAMA Internal Medicine indica que la dieta mediterránea podría ayudar a prevenir o retrasar el deterioro cognitivo, en concreto, enfermedades como el alzhéimer o la demencia senil. En esta línea, el Doctor Emili Ros del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico de Barcelona (España) opina que “los efectos beneficiosos de la dieta mediterránea probablemente se deben a que contiene gran cantidad de agentes antiinflamatorios y antioxidantes“.
Además de seguir una dieta saludable y rica en antioxidantes como la mediterránea, la docente de la Universidad Europea del Atlántico (UNEATLANTICO) propone seguir un tratamiento contra el deterioro cognitivo.
La terapia se basa en la melatonina, una neurohormona que sintetiza la glándula pineal, que tiene capacidad antioxidante y neuroprotectora. De esta manera, “se perfila como una vía potencial para ayudar al tratamiento de algunas enfermedades neurodegenerativas”, destaca Andrea. Por tanto, los compuestos antioxidantes, más allá de las vitamina E y C, como la melatonina tienen un gran valor terapéutico para prevenir y retrasar patologías degenerativas asociadas a la edad.
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